La madrugada del próximo domingo, d*a 28 de octubre, finaliza la “hora de verano”. Los relojes deberán retrasarse una hora (a las 03.00h serán las 02.00h) en cumplimiento de la Directiva Comunitaria 2000/84/ CE que rige el denominado “Cambio de Hora”.

El “Cambio de Hora” comenzó a generalizarse, aunque de manera desigual, a partir de 1974, cuando se produjo la primera crisis del petróleo y algunos pa*ses decidieron adelantar sus relojes para poder aprovechar mejor la luz del sol y consumir as* menos electricidad en iluminación. Se aplica como directiva desde 1981 y ha sido renovada sucesivamente cada cuatro años.

Desde la aprobación de la Novena Directiva, por el Parlamento Europeo y Consejo de la Unión, en enero de 2001, este cambio se aplica con carácter indefinido. Dicha Directiva está incorporada al ordenamiento jur*dico español por Real decreto 236/2002, de 1 de marzo.

El carácter indefinido de la aplicación del cambio de hora se ha adoptado por entenderse que “el buen funcionamiento de algunos sectores, no sólo el de los transportes y las comunicaciones, sino también otros ramos de la industria, requiere una programación estable a largo plazo”.

La Novena Directiva –de obligado cumplimiento para todos los pa*ses de la Unión Europea– establece con carácter permanente las fechas de inicio del periodo de la “Hora de Verano” (en el que, se adelanta el reloj una hora) y su finalización (cuando, como ahora, retrasamos el reloj una hora), produciéndose el último domingo del mes de marzo y el último domingo del mes de octubre, respectivamente.

Es decir, la Directiva ha sido dictada con vocación de permanencia, de modo que todos los ciudadanos e instituciones, públicas y privadas de la Unión conozcan anticipadamente las fechas del cambio horario anual y planificar su actividad sin necesidad de esperar ninguna norma futura.

Idoneidad de la medida

La aprobación de la Novena Directiva, que viene a consagrar la medida del cambio, está avalada por las conclusiones de un estudio sobre su alcance y efectos realizado por encargo de la Comisión Europea y presentado al Parlamento en 1999.

Tras analizar exhaustivamente las repercusiones de la medida, el estudio concluye que tiene impactos positivos no sólo sobre el ahorro en sectores como el transporte, las comunicaciones, sino también en otros ámbitos como la seguridad vial, las condiciones de trabajo y los modos de vida, la salud, el turismo o el ocio.

Ahorro potencial de energ*a

Según estimaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energ*a (Idae), el potencial de ahorro en iluminación en nuestro pa*s por el cambio de hora puede llegar a representar un 5% del consumo eléctrico en iluminación, equivalente a unos 300 millones de euros. De esa cantidad, 90 millones corresponder*a al potencial de los hogares españoles, lo que supone un ahorro de 6 euros por hogar; mientras que los otros 210 millones de euros restantes se ahorrar*an en los edificios del terciario y en la industria.

Para alcanzar este potencial de ahorro, no obstante, se deberá llevar a cabo un comportamiento responsable en el hogar a la hora de prescindir de la iluminación artificial cuando no es necesaria, as* como la utilización de tecnolog*as de ahorro en iluminación por aprovechamiento de la luz natural en edificios del terciario y en industrias.

Estas tecnolog*as, ampliamente experimentadas, consisten en fotocélulas o sensores de luz que apagan o regulan la iluminación artificial en función de la luz natural aportada a la zona, a través de ventanas o lucernarios.

Cabe destacar, en este sentido, que el Código Técnico de la Edificación hace ya obligatoria la instalación de estos sistemas en los edificios de nueva construcción.

Pero, además, independientemente del cambio de hora, el Ministerio de Industria, Energ*a y Turismo y el IDAE recomiendan a los ciudadanos contribuir al ahorro de energ*a durante todo el año haciendo un uso inteligente no solo de la iluminación, sino de todos los equipos de consumo, desde la calefacción a los electrodomésticos.

El cambio de hora nos ahorrará 300 millones de euros en consumo eléctrico.